Revista
Tiempo Latinoamericano

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Editorial (Agosto de 2007)

Los cristianos en la política

Revista nº85 (Cliquee para ver/descargar)Sobre la responsabilidad política de los cristianos reflexionaremos en el encuentro anual que nos convoca con motivo del aniversario del martirio de Mons. Angelelli. Fue una demanda desde algunos ámbitos laicales del país, que comparten nuestra misma preocupación en la construcción de la sociedad.

Todavía son muchos los síntomas de las enfermedades del cuerpo social que requieren un compromiso más concreto, constante y eficaz para transformar las realidades de injusticias que siguen agobiando a las mayorías populares. Y como la realidad no se cambia con palabras, - aunque ellas sean también necesarias, - alentamos una reflexión que nos conduzca a una acción urgente desde los distintos ámbitos en los que nos toca actuar. Es éste el terreno propio de la política.

Pero sabemos también que la política es un tema al que le huimos, desde que la asemejemos a lo pecaminoso y sucio, que creemos impropio y contraproducente para una vida cristiana ejemplar.

Y de ese modo, más allá de nuestra voluntad, nos transformamos en cómplices de los usufructuadores del poder, porque nuestra negación a asumir responsabilidades concretas allana el camino a los causantes de la pobreza y la miseria, que siguen manejando los resortes principales de la economía, la política y la cultura.

Hemos elegido esta temática para contribuir al debate de nuestras obligaciones en el marco de la escena política que nos toca afrontar a los argentinos en este año electoral. Y cabe aclarar, para las voces críticas que siempre aparecen en estas circunstancias, que de ninguna manera significa utilizas bastardamente la figura y el testimonio de Mons. Angelelli para acarrear agua a algún molino político. Se trata simplemente, siguiendo el mismo impulso al compromiso que Angelelli alentaba, de aprovechar la convocatoria en torno al 31 aniversario de su martirio para una reflexión actual que desde el Centro Tiempo latinoamericano siempre hemos considerado inevitable y necesaria, como responsabilidad laical.

“Sin caer en los inmediatismos, no debemos postergar la solución de los problemas”…

“Ser solidarios con las esperanzas y tristezas de un pueblo que ya no quiere resignarse”…

“Comprometernos no sólo como individuos, sino como comunidad”…

“Dar con hechos la respuesta a una larga espera”…

“Buscar creativamente la elaboración de proyectos concretos”…

Eran urgencias señaladas por Mons. Angelelli como parte inescindible de su mensaje pastoral.

La reflexión colectiva de nuestras Jornadas apunta a proporcionarnos herramientas actuales para hacer realidad un compromiso político concreto, que reconoce motivaciones en los valores del evangelio conformando un universo ético que tensiona permanentemente, no sin dificultades y contradicciones, la práctica política.

Nuestra reflexión quiere superar esa tendencia propia de nuestra idiosincrasia cristiana de quedarnos en el plano de la teoría desencarnada, que puede dejar conforme a nuestra consciencia, pero que resulta ineficaz para transformar la realidad.

Esa ineficacia política de los laicos reconoce como una de sus causas la permanente dependencia clerical, que ha anulado las iniciativas específicas que demanda el “mundo”, con sus propias lógicas y dinámicas; manteniéndose de este modo un infantilismo laical, que resulta más cómodo y menos cuestionador.

Queremos contribuir a una vivencia más auténtica de nuestra fe, asumiendo el rol que nos corresponde como laicos en el escenario que nos es propio. Por eso alentamos el compromiso en la política concreta, en base a la realidad social, cultural y económica que nos toca vivir. Conciliando en lo conciliable postulados ideológicos con respuestas políticas, convicciones éticas con prácticas de gestión del estado. Y desmitificando todo aquello que arrastramos como verdades absolutas propias de las experiencias de fe, pero que en realidad son criterios impropios o traslaciones mecánicas ineficaces para el compromiso político de transformación social.

En la memoria del martirio de tantos hermanos y hermanas asentamos la eficacia del compromiso, porque sabemos que en la confrontación de intereses y perspectivas se resuelve a cada paso, en cada tiempo y en cada circunstancia el destino de dignidad y justicia planteado como objetivo de plenitud para cada una y todas las vidas de las personas.

Sigue siendo la interpelación en este 31 aniversario del martirio de Mons. Angelelli.

Equipo Tiempo Latinoamericano