Editorial (Abril de 2007)
La Pascua de Fuentealba
La Pascua 2007 llegó en Argentina con nuevos y agudos hechos de conflicto social, que conmocionaron al país. Movilizaciones, protestas, represión, sangre y muerte.
La del docente Carlos Fuentealba (foto), de 42 años, casado, dos hijas, profesor en colegios secundarios de la periferia de la ciudad capital del Neuquén. y militante sindical, con un acentuado compromiso desde sus años de estudiante cuando trabajaba en la construcción, llegando a integrar también la conducción gremial de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) de esa provincia.
La víctima no fue elegida al azar. El policía Darío Poblete, de las fuerzas especialmente entrenadas para la represión, cumplió con su deber, al ensañarse contra el maestro militante. Por eso su muerte quedó enarbolada rápidamente en la consigna inscripta en miles de pancartas y camisetas: Que las tizas no se manchen de sangre.
Porque ya la sangre había empapado la tierra neuquina era necesario levantar con urgencia la bandera blanca de tizas y guardapolvos. Para responderle a la muerte con una apuesta por la vida, dignificada en la lucha por más educación y trabajo. La bandera blanca de la dignidad, como en plena resistencia al neoliberalismo fue la carpa de los docentes.
Que las tizas no se manchen con sangre es vital para el presente y el futuro que necesitamos construir sobre los valores fundamentales de la solidaridad, la justicia, la libertad, el compañerismo y la fraternidad.
Esos fueron los nuevos signos de esperanza, expresados en las inmediatas y necesarias movilizaciones de repudio que se extendieron por todo el país, profundizando el reclamo de justicia, que quiere sentar las bases de una vida diferente y mejor para los argentinos.
Signos de resurrección en lucha permanente contra los provocadores del dolor y la muerte.
Pero el martirio del profesor Carlos Fuentealba es –como todo martirio– testimonio de una realidad compleja y conflictiva que demanda cambios profundos y urgentes. Imposibles de concretar sin el compromiso militante, la participación activa y el protagonismo generoso de todos. Porque las reales transformaciones son el resultado de involucramiento de muchos, y no el producto de iluminados mesianismos.
“No podemos construir una sociedad nueva a espaldas de nuestro pueblo” –decía Mons. Angelelli en su mensaje pascual de 1971 –Porque en el corazón mismo de la comunidad de los hombres habla Dios y es preciso estar atentos a su voz, que se manifiesta en sus silencios, en sus aspiraciones en sus tensiones en sus actitudes hasta violentas, en sus sufrimientos y en sus alegrías, en sus deseos de desarrollos íntegramente concebido, en sus marginaciones, en sus protestas, en todo aquello que es signo de vida rudimentaria o de muerte física o espiritual o moral. Esto es penetrar en el sentido hondo de una Pascua Cristiana en nuestro mundo de la era espacial”.
El trágico y alevoso asesinato del profesor Carlos Fuentealba se transformó, antes del tercer día, en el símbolo de un país que mata la vida, resistiéndose a desaparecer. Y al mismo tiempo en el despertar a nuevas energías capaces de potenciar y acelerar las señales de la nueva vida, que lentamente pero con renovada vitalidad germina entre tantos síntomas que demandan su urgencia. Y que son sin duda anuncios de un nuevo amanecer, en medio de tantos dolores de parto. Este es el duro pero esperanzador mensaje de la Pascua 2007.
“Trabajar con sentido pascual para construir una sociedad nueva”, como pedía nuestro mártir Enrique Angelelli en 1971, es tener presente que la tarea incluye el paso constante del viernes del dolor al domingo de resurrección. Y que esta vida nueva será a su vez el germen de un nuevo proceso, donde en la misma realidad histórica, con sus tensiones y conflictos, estará contenida la dialéctica de la Pascua, entre la muerte de lo viejo y la vida de lo nuevo.
Nuestra apuesta será siempre por la vida. Allí fundamentamos nuestra esperanza. Por eso seguimos caminando en la alegría de la resurrección.
Equipo Tiempo Latinoamericano
Índice (Cliquee sobre cada título para ver su correspondiente archivo pdf)
Elecciones, Deuda social y Justicia tardía
Neuquén: reclamos, protestas y represión
Mons. Lugo: candidato a presidente
PASCUA: Renovación y liberación de la Vida
La Perla, Córdoba. Discurso de Abuelas
A 30 años... El Ángel que cayó del cielo...
Conferencia de Aparecida. A la espera de una Asamblea y un documento con ESPÍRITU
XXVII ANIVERSARIO DE LA MUERTE MARTIRIAL DE Monseñor Oscar Arnulfo ROMERO
Experiencia Comunitaria. Movimiento Campesino de Córdoba. RED DE COMERCIO JUSTO
Santa Fe. Cuando los estigmas se convierten en banderas de redención
Venezuela. Ecuvives. Encuentro Ecuménico Juan Vives
Homenaje al P. Félix Cisterna. Anatellei/Se levanta. Año VIII - Número 16 - Diciembre 2006 - Cefyt