Revista
Tiempo Latinoamericano

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Editorial (Noviembre de 1997)

Exigencias del Evangelio y el Pueblo

Revista nº58 (Cliquee para ver/descargar)Cuando vamos finalizando el año hacemos un balance de los acontecimientos vividos personalmente, como iglesia, como Centro de Formación, como sociedad. Y en esta cuenta nos quedan muchos saldos positivos. También desafíos pendientes…

Acontecimientos que tienen que ver con la memoria, el protagonismo, la vida cotidiana y social. Aquellas cosas en las que ponemos nuestros esfuerzos, utopías, esperanzas; son valores que en la madurez como pueblo estamos consolidando y dando nuevos sentidos.

Haciendo memoria

En el mes de agosto pasado las comunidades cristianas de Córdoba, junto a laicos/as y religiosas/os de otras provincias del país, volvieron a encontrarse en el 6º Encuentro de Reflexión Mons. Angelelli. El Encuentro es memoria de nuestros Mártires y a la vez celebración de la vida, porque vivo está el mensaje que nos dejaron y la realidad cotidiana nos exige responder como lo hubieran hecho ellos. Y ante el conflicto de la Unión de Organizaciones de Base con el gobierno provincial, los cristianos que también participan en muchas de esas organizaciones populares se hicieron presentes en la Catedral de Córdoba, ocupada luego de la represión policial ocurrida ese mismo 8 de agosto.

“De la mano de los pobres” Angelelli volvió a entrar en la Catedral, en el 21 aniversario de su martirio, y todos tomados de la mano hicieron una oración distinta, desde la necesidad, la bronca y también la esperanza.

En setiembre, tras sufrir un ataque cardíaco, falleció en Calcuta, la Madre Teresa. Sus funerales, transmitidos en vivo por televisión a todo el mundo, tuvieron como marco a sus pobres. Sus rostros mostraban tristeza, pero no desamparo. Tristeza por perder una Madre, pero certeza que en su obra y sus discípulas volverán a encontrar otras madres. Por eso fue llamada la Madre de los Pobres entre los Pobres.

En octubre, mujeres y hombres de todo el mundo, en el 30 aniversario de la muerte del comandante Ernesto Che Guevara, recordaron con distintos homenajes su lucha y su pensamiento. Muchos lo presentaron como un “ícono pop”, pero no tuvieron eco ante el verdadero rescate de su vida y pensamiento en las numerosas conferencias, cátedras abiertas, recitales que se hicieron en el país y los actos de homenajes en Cuba. “Queremos que nuestros hijos sean como el Che”, afirmó Fidel Castro en 1967 al dar la noticia al pueblo de su muerte.

Significaba que los ideales, la utopía, la lucha por una sociedad justa debían seguir vivos, prolongados en otras vidas. Como los ideales que no están muertos no han sido derrotados en Jerusalém o La Higuera. Están victoriosos en los seguidores y discípulos que tomaron sus banderas.

También en octubre la gente, sin aparentar un protagonismo cívico y social para modificar las injusticias cotidianas que recibe desde el poder local y nacional, en la votación legislativa dio su juicio y su reclamo: cambien el modelo, que haya justicia, trabajo, transparencia, desarrollo solidario.

Sabemos que ese cambio no es mágico, de un día para el otro, pero insistimos que la democracia y el voto con sus reglas de juego y con todo lo perfectible que aún pueden ser son los medios soberanos que poseemos para hacer valer nuestra voz.

El compromiso de los cristianos

La gente tiene esperanzas, así lo demostró este año, especialmente los sectores cristianos comprometidos con la realidad en la que viven. Cristianos que se dieron cita en el 12º Seminario de Formación Teológica en Jujuy, en el 6º Encuentro de Reflexión Mons. Angelelli en Córdoba, en el 4º Encuentro Nacional de Comunidades Eclesiales de Base en Formosa. Cristianos que buscan ser profetas en cada lugar del país donde hace falta la denuncia, el anuncio y una transformación por hacer.

Desde nuestro Centro tratamos de acompañar estos procesos, dando elementos de formación y porque queremos seguir mejorando en este servicio es que realizamos un Seminario interno hacia fin de año, para escuchar las nuevas exigencias de los tiempos y la iluminación de la Palabra. Angelelli lo expresaba en la conocida frase: “Con un oído en el Evangelio y otro en el Pueblo”.

Al acercarnos al tiempo de Adviento los invitamos también a ustedes a que reciban con espíritu de cambio las exigencias del Evangelio y el Pueblo. De esta interpelación saldrán fortalecidos y con renovadas esperanzas los diarios esfuerzos que realizamos por una sociedad más justa y solidaria… como la querían, la Madre Teresa, el Che, Marta González, el gordo Córdoba y nuestro maestro Jesucristo.

Equipo Tiempo Latinoamericano