Editorial (Abril de 1997)

No se Olviden

NO SE OLVIDEN
de Cabezas...
Y tampoco de los chicos de la Villa Angelelli,
y de las otras villas de Córdoba, de Argentina y América Latina.
NO SE OLVIDEN
de San Romero de América, de Angelelli, de Marta González,
y de tantos fusilados, asesinados y desaparecidos.
¡Ni de las víctimas del gatillo fácil!
Tampoco de los amigos y amigas, como nuestro querido Tito,
que fueron ejemplo en el servicio y entrega a la causa de los pobres.
ni del Cura Brochero, cuya santidad ya veneramos como pueblo.
¡Ellos iluminan nuestra marcha en la resistencia!
No se olviden!!!
NO SE OLVIDEN
de las mujeres golpeadas, de los chicos y chicas de la calle,
de los jóvenes caídos en Malvinas, de los ancianos y ancianas abandonados,
de los aborígenes que reclaman su tierra y el respeto a su cultura,
y de tantos argentinos y latinoamericanos
desocupados, excluidos y expulsados por el modelo neoliberal.
NO SE OLVIDEN
de los docentes y padres que luchan por la educación,
de los estatales de Jujuy, de los municipales de Córdoba y de las otras provincias argentinas
que no aceptan el achicamiento del Estado y defienden sus derechos.
Tampoco de todos los que resisten las privatizaciones y el despojo del patrimonio de todos.
TENGAN MEMORIA FRESCA
para tampoco olvidarse de Videla, Menéndez, Massera, Agosti, Galtieri,
y los militares y policías genocidas y torturadores.
¡NUNCA MÁS!
Recuerden también a los políticos que traicionaron el voto popular,
a los empresarios insaciables de ajustes,
a las burocracias sindicales que avalan la flexibilidad laboral,
a las curias eclesiásticas atadas a los poderes de turno,
que se olvidan de Jesús.
TENGAN LA MEMORIA FRESCA
para acordarse de los corruptos y mentirosos, de Angeloz, Cavallo, Menem y Yabrán;
Y tantos otros que se esconden en las sábanas de los votos,
o en las sociedades anónimas y grandes monopolios.
NO SE OLVIDEN
porque ahora se vienen las elecciones y volverán las promesas.
¡No hay que creerles! ¡No hay que votarlos!
¡NUNCA MÁS!
NO SE OLVIDEN
porque en la memoria popular se asienta la esperanza de la resurrección,
se consolida el espíritu de resistencia,
se alienta la lucha,
y se alimenta el presente y el futuro de justicia y felicidad.
TAMPOCO SE OLVIDEN DE JESUS,
porque en el pan compartido nos reconocemos
como HERMANOS,
como en Emaús, como en la Última Cena…

Cada vez que se reúnan, que se organicen, que compartan…
“HAGAN ESTO EN MEMORIA MÍA”, dice Jesús.
En estas Pascuas de Resurrección… No se
Olviden!!!

Equipo Tiempo Latinoamericano