Editorial (Mayo 1983)
Amor es compromiso
Hace menos de un año nacimos a la vida de la palabra escrita. Fuimos hijos de la Fe. Fe en Dios, en la vida, en el hombre. Recién nacidos, nos acunó la esperanza. Siempre, desde que fuimos proyecto, nos animó el amor más sincero.
Córdoba primero, después el país todo en su más variada geografía nos abrió sus brazos y nos incorporó a su destino.
“En la doctrina, la unidad; en la duda, la libertad; en todo la caridad” fue nuestro lema y principio de vida.
Tres características signaron nuestro compromiso:
1) Una fe cristiana, universal, ecuménica, abierta a todos los hermanos en la línea eclesial de Medellín y Puebla.
2) El amor que se juega en un compromiso con la justicia, con los oprimidos. Hemos entendido así el mensaje: “Conocida la situación de pobreza, marginalidad e injusticia en que están sumidas grandes masas latinoamericanas y de violación de los derechos humanos, la Iglesia, en el uso de los medios propios, debe ser cada día más la voz de los desposeídos, aún con el riesgo que ello implica”(Puebla, 1094).
3) En el juego político amplio, la opción por lo nacional y popular, sin adscribirnos a partido político alguno.
Hemos crecido y nuestros pasos ya recorren el camino de la esperanza.
Hoy, a ocho meses de haber visto la luz, TIEMPO LATINOAMERICANO tiene su carta de ciudadanía reconocida en toda la prensa escrita argentina, latinoamericana y también europea.
Por todo ello reafirmamos hoy nuestro compromiso primero.
Agradecemos a todos los que nos apoyan desde el primer momento, reconociendo a la vez algunas equivocaciones muy normales en todo primer caminar. Nacen de un amor joven, impetuoso, golpeado muy adentro, en el compromiso, en la jugada por la verdad.
Hemos preferido correr el riesgo de la equivocación antes que la cómoda posición del no hacer nada o de criticar demoliendo todo sin presentar alternativas de solución.
Hoy el espíritu de Dios aletea en estas páginas consagradas al Pentecostés de nuestros días.
Desfilan en este número, la misión profética de una de nuestros párrocos, que cobra resonancia universal “desde la Catacumba” (pág.4). Resuenan en nuestras páginas centrales, los ecos religiosos frente al Informe Militar sobre los desaparecidos (pág. 16) Desde Lima, el primer aporte latinoamericano hecho denuncia, nos habla de la niñez mendiga de la capital peruana (pág.24). El análisis político nos obliga a mirar “el bosque de los intereses nacionales por sobre el árbol de las candidaturas partidarias” (pág. 6). El Movimiento Carismático es una realidad nueva, desbordante de Espíritu. (pág. 21). De ese mismo Espíritu que enciende la llama del compromiso contagiando el amor que revoluciona las conciencias y las estructuras y se hace signo en testimonios como el del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. (pág. 14). El mismo Amor, que es el núcleo central de las Comunidades Eclesiales de base (pág. 10), un fenómeno del Espíritu, asumido en Medellín y revitalizado en Puebla.
Estos y otros temas que hacen a nuestra realidad local, nacional, latinoamericana y mundial, así como el homenaje a Fray Mamerto Esquiú, el sacerdote y patriota comprometido con la suerte de la nación, constituyen la información y el mensaje de este sexto número que sometemos una vez más a la crítica y al aporte de todos.
Estamos de pié y caminamos. Con la luz de la fe que nos dio vida, con el amor realmente comprometido, abriendo caminos nuevos en este continente tan hambriento de esperanza.
Equipo Responsable
Índice (Cliquee sobre cada título para ver su correspondiente archivo pdf)
Las comunidades de base. Signos de esperanza
DUO HERENCIA: "DESPUÉS DE LA SATURACIÓN VIENE EL DESPERTAR"
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL: "LA DICTADURA MILITAR FUE SUBVERSIVA". No matarás, ni con hambre ni con balas
De la Asamblea Episcopal. "En la hora actual"
Ante el informe militar sobre los desaparecidos, La Iglesia dice
Los golpes de Estado en la Argentina
IGLESIA. La renovación en el Espíritu